Bienvenido a nuestra serie Conceptos Erróneos sobre el Microtransit, donde utilizamos datos detallados y ejemplos reales para desmentir mitos comunes sobre el transporte bajo demanda. Vamos a sumergirnos en:
REALIDAD: Nuestra experiencia en todo el mundo ha demostrado que los servicios bien administrados y de buen alcance son adoptados por usuarios de todas las edades y grupos demográficos.
Hemos trabajado en proyectos para introducir sistemas bajo demanda en una gran variedad de configuraciones, incluida la sustitución de servicios de llamada o marcación (dial-a-ride), el reemplazo de servicios de ruta fija o la incorporación de una nueva opción de transporte público a los servicios existentes. En todos los casos, trabajamos en estrecha colaboración con nuestros clientes para comprender exactamente lo que los pasajeros necesitarán en el servicio, adaptando nuestra tecnología para proporcionar lo necesario.
Cuando las ciudades hacen la transición de rutas fijas a servicios bajo demanda, encontramos que los pasajeros están felices de tener una opción de transporte más conveniente que antes. A medida que los pasajeros se van acostumbrando a un sistema bajo demanda, aprenden rápidamente cuándo “solicitar” su viaje y descubren que el tiempo de espera es estable día tras día. También llegan a valorar la flexibilidad y el control que les dan las redes de microtransit. El 80% de los pasajeros de servicios de transporte bajo demanda no utilizaban el transporte público para sus viajes, pero han comenzado a hacerlo cuando una buena opción bajo demanda estuvo disponible. En muchos servicios de paratransit, los pasajeros confían en los sistemas de transporte bajo demanda para ir y volver de las citas médicas, donde es crucial que lleguen y salgan a tiempo, aunque pueden sentirse nerviosos por una nueva solución cuando se lanza por primera vez. Sin embargo, los pasajeros de Via tienen la opción de reservar asientos con anticipación indicando si desean "salir a" o "llegar a” una hora específica. Esto genera más confianza en el sistema que un horario de autobús tradicional o un servicio de marcación telefónica o dial-a-ride. Y más allá de atraer a los usuarios de autobuses existentes, el microtransit también abre el transporte público a pasajeros completamente nuevos.
Una encuesta realizada por la Universidad Nacional de Brasilia en junio de 2019 encontró que el 80% de los pasajeros del nuevo servicio CityBus 2.0 provenían de vehículos de una sola ocupación, incluidos taxis y aplicaciones de transporte (62%) y vehículos personales (18%). Eso significa que el 80% de los pasajeros que utilizan el transporte bajo demanda no estaban utilizando el transporte público para sus viajes, pero comenzaron a hacerlo cuando hubo una buena opción bajo demanda disponible.
Desde que el COVID-19 se convirtió en una preocupación, los pasajeros a menudo también valoran profundamente la garantía de un lugar seguro y socialmente distanciado para sentarse en el autobús, con registros claros de todos los demás que viajaron con ellos.
Siempre es fácil encontrar una razón para no agregar tecnología a la infraestructura existente, pero cuando se trata del transporte público del siglo 21, el status quo simplemente no está funcionando. Muchas de las preocupaciones en torno al transporte bajo demanda tienen sus raíces en mitos y conceptos erróneos que impiden que la comunidad mundial del transporte logre los progresos necesarios. Si nos tomamos en serio la conexión de todos los hogares a los servicios que necesitan, abordando los desafíos de COVID-19, mitigando el cambio climático y previniendo la congestión masiva, así como la contaminación en nuestras ciudades, ahora es el momento de nuevas ideas.
Este artículo es una de las cinco historias basadas en datos que desmienten conceptos erróneos más comunes sobre el microtransit: