Bienvenido a nuestra serie Conceptos Erróneos sobre el microtransit, donde utilizamos datos detallados y ejemplos reales para desmentir mitos comunes sobre el transporte bajo demanda. Vamos a sumergirnos en:
MITO: El servicio bajo demanda no es nuevo, solo ahora tiene una aplicación. Si no ha conseguido éxito antes, ¿por qué debería de tenerlo ahora?
REALIDAD: Si bien el servicio bajo demanda no es algo nuevo para muchos países de todo el mundo, los avances tanto en la tecnología como en las expectativas de los consumidores - sin mencionar los patrones de demanda altamente variables - otorgan a la demanda una relevancia renovada hoy en día.
Los fundamentos del transporte bajo demanda han existido durante muchas décadas. Así lo denomina la Asociación Internacional de Transporte Público (UITP) cuando se refiere al "transporte informal" en áreas sin fondos públicos significativos para los servicios de transporte.
Mientras tanto, la prestación de servicios de microtransit y el contexto que lo rodea han cambiado enormemente. El argumento de " no funcionó en el pasado, por lo que no funcionará ahora", puede parecer obvio pero ignora el impacto de la innovación social. Así es como ha cambiado el transporte bajo demanda.
- La tecnología ha cambiado. Las versiones anteriores del transporte bajo demanda eran tecnológicamente ligeras, a menudo con sistemas operativos y de programación altamente manuales que los hacían costosos de ejecutar. También se implementaron completamente aislados del resto de la red de transporte público, sin integración alguna. Hoy en día, es posible automatizar prácticamente todos los procesos de programación y planificación bajo demanda. Esto desbloquea una mejor planificación avanzada, una mayor eficiencia en el enrutamiento y una administración mucho más simple. No se trata solo de una nueva y sofisticada aplicación.
- Las expectativas de los consumidores han cambiado. En una época en la que la creación de alternativas atractivas al vehículo privado es tan importante, la prestación de servicios que los consumidores exigen y les satisfagan es vital, tanto para retener a los clientes existentes como para atraer a nuevos usuarios. Si el transporte público no ofrece el mismo nivel de experiencia que la gente espera en otros ámbitos de su vida (como las compras y los domicilios), es imposible no quedarse atrás.
- Los niveles de exigencia han cambiado. Los autobuses de ruta fija son la solución perfecta para una demanda de autobuses de gran volumen y alta previsibilidad. El impacto del COVID-19 ha hecho que, en grandes zonas del mundo, ésta no sea la realidad. Las soluciones de microtransit pueden hacer frente a estos nuevo retos.
¿Aún se siente escéptico? Basta con echar un vistazo a la gran cantidad de tecnología que se puede incorporar a las redes de microtransit hoy en día. Desde la integración de los pagos locales hasta la gestión de vehículos autónomos y flotas eléctricas, es evidente que no se trata del antiguo servicio informal o de marcación telefónica.
Siempre es fácil encontrar una razón para no agregar tecnología a la infraestructura existente, pero cuando se trata del transporte público del siglo 21, el status quo simplemente no está funcionando. Muchas de las preocupaciones en torno al transporte bajo demanda tienen sus raíces en mitos y conceptos erróneos que impiden que la comunidad mundial del transporte logre los progresos necesarios. Si nos tomamos en serio la conexión de todos los hogares a los servicios que necesitan, abordando los desafíos de COVID-19, mitigando el cambio climático y previniendo la congestión masiva, así como la contaminación en nuestras ciudades, ahora es el momento de nuevas ideas.
Este artículo es una de las cinco historias basadas en datos que desmienten conceptos erróneos más comunes sobre el microtransit:
- El transporte público bajo demanda es demasiado caro.
- Las ciudades ya han intentado el transporte bajo demanda y fracasó.
- El servicio “bajo demanda” no es nuevo, simplemente lo montaron en una aplicación
- La gente prefiere las redes de transporte de ruta fija porque son predecibles
- El transporte basado en aplicaciones implica que las personas sin teléfonos inteligentes se queden por fuera.